Presentación Concierto 2012

Presentación Concierto 2012

Cofrades, amigos y amigas muy buenas noches.

Podría empezar y terminar de muchas formas, pero creo que la más acertada y la que mejor resume el significado de esta cofradía es este poema de un cofrade nuestro Juan Jesús Marín, que cada vez que lo oímos se nos pone el vello de punta, se nos saltan las lágrimas e incluso vienen a nuestra mente imágenes llenas de sentimiento y emoción.

Tras un mar de color grana

el corazón ligero y encogío

van meditando entre el gentío:

¡A la de tres arriba con el alma!

Suena detrás la suave música 

que hace que con leve balanceo

un paso, otro paso: ¡ese meneo!

haga llorar con su cadencia única

¡No lo llevan, es que flota!,

comenta la gente cuando pasa.

¡El Cristo parece que va andando!

Pero el costalero sí lo nota,

emoción y dolor son una brasa

¡Silencio! ECCE HOMO está pasando

Estamos aquí un año más en vísperas de lo que para los hellineros es la semana más importante del año, nuestra Semana Santa, y comienza como viene siendo habitual con este concierto, que a su vez es como nuestro particular “Pregón”. El que año tras año viene organizando la cofradía Ecce – Homo desde hace 18 años.

Casualmente, el mismo año, aunque unos meses antes, en el que yo fui inscrita a esta Cofradía, desde el mismo día de mi nacimiento. Pues mi padre no se lo pensó ni un momento y tras inscribirme en el registro se dirigió directamente a apuntarme a la cofradía, ya que tenia claro, como él dice, que yo si iba a ser de corazón. Y pensareis que exageración, pues si yo pienso lo mismo, ya que si se descuida me apunta antes a la cofradía que en el registro civil.

Esta claro que cuando realmente te sientes parte de esta cofradía es cuando comienzas a participar de lleno en ella, desfilando en las procesiones, ayudando a hacer bocadillos jueves santo, cuando vas entablando amistades, cuando estas deseando que llegue domingo de ramos para colocarte esa túnica color garbanzo con la capa granate, cuando esperas con ilusión que llegue Jueves Santo en la mañana para subir con tu padre de la mano y hacer el traslado del trono, cuando lo ves emocionada salir por primera vez a la calle con ese bonito balanceo que nos caracteriza….

Para mí, no es solo una semana intensa en la que te faltan horas y minutos del día para hacer de todo, tanto tocar el tambor como desfilar en las procesiones y ayudar en la cofradía en todo lo que se puede.

Es algo más, ya comenzamos en cuaresma…..en esos 40 días durante todos los sábados y domingos subo a la sede con ilusión, con la ilusión de todos los años y con la alegría de saber que estoy haciendo algo que me gusta y que sirve para colaborar, aunque mi aportación pueda ser mínima, a que cada vez podamos crecer mas y mejorar en la medida de lo posible. Porque la aportación de todos y cada uno de los cofrades sirve y de mucho, con un solo objetivo seguir prosperando para ser cada vez mejor.

Creo que ser cofrade no significa ser solo costalero o Nazareno, ya que esta cofradía no es solo de unos pocos sino de toda esa gente que colabora y ayuda indistintamente si es comprando lotería, trabajando en el chiringuito, haciendo bocadillos e incluso aquellos que no son ni costaleros ni nazarenos pero continúan pagando su cuota rigurosamente y siguen siendo cofrades.

La grandeza de esta cofradía reside en que aquí todos somos iguales, desde los socios fundadores, a aquel que se apuntó a ella en sus orígenes como el que acaba de llegar…….. ¡AQUÍ TODOS SOMOS IMPORTANTES!

Recuerdo con emoción cuando por primera vez y tras mucho insistir a mis padres, asistí a un concierto. Me acuerdo de ver a Charo en la puerta de la iglesia muy nerviosa y todo el mundo le decía que se tranquilizara, yo no entendía nada, si total tampoco era para tanto solo tenia que hablar un poco y delante de gente conocida. Pero ahora he de decir que te entiendo perfectamente Charo, pues estos nervios son inevitables. Y más si cabe teniendo en cuenta que la labor que esta noche yo desempeño, ha sido realizada anteriormente por grandes personas de esta Cofradía y sobretodo que dejaron el listón muy alto.

Mi primer concierto fue especial, pues muchas veces había oído hablar a mis padres y amigos de él, y yo me sentía importante ya que también estaba allí. Desde entonces no he dejado de asistir ni un solo año, ahora en compañía de mi amiga Mercedes, y como la tradición obliga, así seguimos.

Quien me iba a decir a mí que unos años después yo iba a estar aquí, muertecita de nervios, pero eso sí, sintiéndome muy orgullosa de que la junta directiva haya contado conmigo para presentar el concierto de este año.

Como bien saben los  que me conocen, como buena hellinera que soy, llevo la Semana Santa en las venas, me gusta el tambor con locura, pero una semana santa sin mi Ecce Homo no seria una semana santa completa.

Pero ahora de lo que toca, es hablar de música, y para ello que mejor que presentar a quienes nos va a deleitar un año más con un excelente concierto.

Se trata de la Unión Musical Santa Cecilia de Hellín, una banda muy vinculada con esta Cofradía, ya que son varios los conciertos en los que han participado, de uno de sus músicos, Jesús Miguel Pérez Castro, salió la marcha procesional “Ecce – Homo de Hellín” y son ya muchos años los que nos han acompañado en la procesión de Viernes Santo por la mañana y lo siguen haciendo en la procesión del Jueves Santo.

No creo que haga falta una exhaustiva presentación ya que de todos es conocido su extenso bagaje en sus 35 años de existencia, yo desde aquí más que ensalzar su currículo, quisiera poner en valor la gran labor social que desarrollan.

Desde su fundación han sido cientos de jóvenes los que han pasado por su academia, a los que se les ha inculcado el amor a la música, a la cultura, y eso no solamente les ha servido para crecer como personas y como músicos, sino también en alguno de los casos, les ha servido para encauzar su vida profesional y laboral.

Procesiones, conciertos, pasacalles………, “millones de notas” que han salido de vuestros instrumentos bajo la sabia dirección primero de D. Miguel Picazo, posteriormente de nuestro buen amigo Juan López Morales “Cañamón” y en la actualidad por Francisco Javier García Cobos.

Llegamos a Domingo de Ramos, el día de los niños, de los caramelos, de las filas interminables de nazarenos, de las palmas…

La primera vez que mi madre me puso la túnica y la capa fue un Domingo de Ramos, ya que se supone que es la procesión más entretenida y menos pesada para los pequeños. Pues bien esa mañana estaba nerviosa, era algo desconocido y nuevo para mí, y aunque sabía que no iba a ir sola no tenia muy claro que eso me fuera a gustar. Pero la verdad es que la primera impresión fue buena, no era la única que ese año se estrenaba de nazarena sino que en ese momento ya comenzó una historia. Si una historia que rápidamente se convirtió en amistad con un grupo de personas que hicieron que no pensara ni un minuto si volver a salir o no, pues tenía claro que esas personas no iban a ser únicamente nazarenos sino que realmente se convertirían en personas especiales para mí.

Desde aquel día nos colocábamos por estatura uno tras otro, y aunque algunas veces nos separaban porque había alguno mas bajillo, al final terminábamos buscando el modo de ponernos juntos. Éramos pequeños, felices, alocados y muy charlatanes, por lo que a las mayordomas de filas las llevábamos locas. No había una sola procesión en que no liáramos alguna, si no era por los caramelos era por que hablábamos, porque no nos separábamos lo suficiente, porque jugábamos con las palmas…. pero el caso es que quietos nunca estábamos.

de ellos, Rafa y Alberto, forman hoy parte del gran número costaleros que van bajo las varas de nuestro Trono desfilando por las calles hellineras marcando el paso, con ese estilo tan característico y peculiar que solo nuestros costaler@s saben marcar.

¿Y quien serán las otros dos personas? Pues si somos Ana y yo. Las que ahora hemos cogido el relevo, las que controlamos a los pequeñines y no tan pequeñines de la cofradía durante los desfiles procesionales junto con Lidia. Y aunque hay que reconocer que no nos gustaba nada que nos mandaran, ahora somos nosotras las que llevamos locos a los nazarenos con la distancia, el capuz, el báculo, no hables, no corras… en fin todas esas cosas que siempre nos han dicho a nosotras, porque hay que reconocer que hemos tenido buenas maestras (Mari, Enriqueta…) y  claro con tantas veces que no lo han dicho….., la lección ha quedado bien aprendida.

La ilusión y el objetivo de aquellos niños, como nosotras que llevamos saliendo de nazarenas, como aquel que dice, toda la vida es por supuesto llevar algún día sobre nuestros hombros al Ecce-Homo, si Ana, a nuestro Ecce-Homo.

 Pues como dicen que la ilusión es lo último que se pierde, algún día seremos nosotras las que formaremos parte de ese grupo de costaleros que en la mañana de Viernes Santo echando su último aliento, suben al Ecce – Homo a lo más alto del monte Calvario.

 Llega Jueves Santo, el epicentro de nuestra Semana Santa donde en tan solo 30 horas, las que van de la mañana del Jueves a la tarde del Viernes Santo, se concentran toda la ilusión, el esfuerzo y el trabajo de todo un año.

La mañana del Jueves es todo un “trajín” de idas y venidas, después de una larga tarde – noche de tambor tienes que estar lista no más allá de las 10, hay que subir a la Sede para el reparto de báculos y para ver como Nacho, nuestro Jefe de Costaleros, empieza los preparativos para el traslado del trono a la Parroquia de la Asunción.

Después como ya es tradición acompaño a mi padre a la comida de costaleros, de nuevo a la Sede, ahora toca hacer bocadillos para el almuerzo del Viernes (mi madre, Enriqueta, Mari, Lidia, María, Inés y nuestras amigas de La Nava) ponen todo su cariño en sus manos en la elaboración de los bocatas que servirán de sustento al día siguiente.

Nuevamente a la Iglesia hay que ver como ha quedado nuestro “paso” después del arreglo floral y ya rápidamente a casa hay que ponerse la túnica, se acerca la hora de la procesión.

Y llega el momento……. las 6 en punto de la tarde, no suenan timbales ni clarines, no, pero nuestro corazón empieza a latir con más fuerza, con más intensidad, una voz se oye al fondo “cada uno a sus puestos”, los costaleros empiezan a colocarse cada uno en el lugar de la vara que le corresponde, “al brazo y arriba”…. suena el timbre y en dos impulsos se posa sobre los hombros, caras de emoción y satisfacción, sentimientos, recuerdos se agolpan en un solo instante…….. (silencio)

Riiing! suena el timbre, y lentamente va girando hasta encontrarse frente al Altar, una vez allí llega el que para mí es el primer gran momento, “el saludo”, en el silencio sepulcral de la Parroquia se vuelve a oír una voz “Costaleros……….. con el alma……. ¡ARRIBA!”, un fuerte aplauso nos despierta de un momento mágico.

Después de este instante tan especial por fin llega el momento de salir a la calle, el momento en el que hay que formar a los nazarenos que salen junto con el paso de la Iglesia de la Asunción y en el que por primera vez lo ves desfilar. Ese momento que llevas un año entero esperando y que por fin ha llegado.

  Es la hora de bajar a Capuchinos para allí con el resto de las cofradías y hermandades desfilar en la procesión del Silencio.

Una vez iniciada la procesión, para mí, no hay cosa mas bonita que girarte y verlo venir hacia ti, ver como toda la calle Gran Vía se llena de nazarenos vestidos de beige y granate y entre ellos, ver las caras de los costaleros que lo han cargado por primera vez y van radiantes de felicidad.

No podemos olvidar la curva hacia López del Oro, ¡que curva señores!, un momento este, descrito por D. Mariano Tomás Benítez (extra de S. Santa de La Verdad año 2001) “porque la escenografía resulta todo un monumento de lo incomprensible, tan solo compensado con el hermoso recogimiento, impuesto por el orden procesional, hasta que el trono, ricamente engalanado, hace un giro generoso y enfila la arteria que le llevará al casco antiguo de la población en el recorrido del itinerario romántico de nuestra Semana Santa”.

Todo el recorrido es un sinfín de sensaciones, el paso por calle Buenavista, el Rabal, por la Portalí, callejón de Franciscanos,  calle de Eras, momentos que por muchos años que vivamos, siempre son sensaciones diferentes, porque por allá por donde pasa Ecce Homo, todo se convierte en mágico y especial.

Viernes Santo en la mañana, tras una intensa noche de tambor llega el momento de bajar a casa y cambiarte la túnica negra por la beige y granate, cambiar el tambor por la caña y el zurrón por el capuz y la corona.

Llega el momento de subir a la Iglesia, me dirijo a participar en la procesión que para mi es la que mas me gusta. Subiendo por la calle el sol, ves un sin fin de gente, que bonito es ver nazarenos que suben a la Iglesia cada uno con la túnica de su Hermandad, mezclados con tamborileros, músicos….

Llego por fin a la Parroquia, ves caras de cansancio, caras nuevas que han decidido salir ese día y por supuesto ves rostros emocionados. Es nuestra última procesión, la de la subida al calvario.

Vuelve a sonar por primera vez el timbre esa mañana, todos a sus puestos y comenzamos. Plaza de la iglesia, calle Perier, Plaza de Franciscanos, calle Andalucía, calle de Isso y por fin, Camino de las Columnas. Desde hace unos pocos años, tenemos  una parada obligatoria, en la primera columna, propiedad de la cofradía Ecce Homo, y es el momento de la instantánea para el recuerdo de todos los años, la foto de los nazarenos con nuestro Estandarte en la puerta de dicha columna.

Continuamos nuestra travesía, los tambores nos acompañan durante el recorrido, se ven a las cofradías que desfilan delante nuestro alcanzar la cima y llegamos a las monjas, un saludo y para arriba, ahora sí, nos aproximamos cada vez más.

Cada vez estamos mas cerca de ese momento, el gran momento que todos estamos esperando. Minutos y segundos que te dejan sin respiración, sin palabras, sin adjetivos con que poderlo definir. Nos aproximamos a la última columna y una vez que están todos los nazarenos colocados, con sus báculos haciendo un pasillo, el pasillo que lo conduce hasta posarlo en la cima del monte calvario. Y comienza la subida al último repecho, vamos despacio, elegantes, con la majestuosidad que nos caracteriza, ¡inconfundibles! como solo nosotros lo sabemos hacer. Una multitud de aplausos se oyen esa mañana, mientras nuestros costaleros pasan el último repecho para por fin posarlo sobre la cumbre, en lo más alto del monte Calvario.

Nos fundimos en lágrimas de emoción, en abrazos de ánimo y de alegría, un sentimiento de satisfacción recorre nuestro cuerpo, un año más lo hemos vuelto a hacer, hemos forjado un nuevo capitulo de nuestra historia.

A continuación la Unión Musical Santa Cecilia va ha interpretar otras dos marchas. Una de ellas es por antonomasia nuestra marcha de procesión “Ecce Homo de Hellín” del músico hellinero Jesús Miguel Pérez Castro. Que como por todos es conocido fue estrenada en el año 1994 coincidiendo con el primer concierto del Ecce Homo.

La otra es un estreno, una marcha de procesión compuesta por una persona que desde su niñez ha estado vinculada a nuestra cofradía, ha sido nazareno, es costalero, como músico ha pertenecido a varias bandas de cornetas y tambores así como a la propia Unión Musical Santa Cecilia, en la actualidad es nuestro jefe de costaleros, pero sobre todo es un “eccehomero” de los pies a la cabeza, se trata de Ignacio Tomás Ponce “Nacho”.

Pocas cosas mas puedo decir de él que todos no sepamos, y tal vez sea yo la menos indicada dada nuestra relación personal y afectiva que va mas allá de la simple amistad.

De la marcha “Y Pilatos te condeno” lo mejor es que cada uno saquemos nuestras propias conclusiones, lo que esta claro es que es una marcha de procesión hecha con el corazón.

Se acerca el final………..

Tras un breve descanso reparador, en el que aprovechamos para reponer fuerzas con las empanadillas y bocadillos preparados en la tarde anterior, nos disponemos a realizar nuestro último desfile.

La bajada suele ser lenta y aun así corta, y entre parón y parón es costumbre que nuestro Cristo se introduzca entre las filas de nazarenos, para que todos desde el primero al último podamos disfrutar de su presencia.

Tras encarar la calle Benito Toboso, nos ponemos nerviosos, sabemos que queda poco para posarlo en su Casa. Somos conscientes de que son los últimos minutos que vamos a poder estar con Él hasta el próximo año.

Llegamos a El Rabal, allí en las escaleras de la plaza Europa vemos a María, Enri, mi madre que han salido a verlo, a despedirlo como todos nosotros. Que gran momento, ahora si, estamos en pleno Rabal. Toda la calle llena de nuestros nazarenos, el Cristo va en el centro, un paso, otro paso…. estamos llegando al final. Un Rabal abarrotado de gente,  que queda  cautivada con nuestro cadencioso paso, emocionada, satisfecha porque sabe que como todos los años, el paso del Ecce Homo por el Rabal no deja a nadie indiferente.

 Y llega el final….. cada vez va más lento, como si no quisiera llegar, como si no quisiera que se terminara nunca, sube su última cuesta, ya está, ya llegó y es ahí en ese instante justo en el arco de la Parroquia donde los costaleros, los nazarenos le hacen la despedida, la última “lavantá” ……. Riiing! ¡ARRIBA!

Mas que una despedida, es una señal de agradecimiento, a nuestro Cristo le damos las gracias porque todo ha salido bien, porque un año más nos ha vuelto a juntar.

 Y también es una petición, para que el año que viene, nos volvamos a ver, para que nos de salud, para que nos cuide.

Y yo este año, le quisiera hacer una petición muy especial, a la que me gustaría que os sumarais y es que a esos varios cientos de familias hellineras que por culpa de la crisis lo están pasando mal, económica y laboralmente, les dé un rayo de esperanza e ilusión convertido en un puesto de trabajo.

Y como ahora sí que hemos llegado al final me gustaría que el Presidente de nuestra Cofradía Alfonso Cantero, nos dirigiera unas palabras………

Y ya por mi parte, no quisiera terminar sin antes dar las gracias.

En primer lugar a Lidia y a María, si a vosotras, simplemente por todos los buenos momentos que me hacéis pasar a vuestro lado: chiringuitos, procesiones, cenas, comidas, limpiezas, reuniones…. Risas y muchas risas. Por todo eso y mucho más gracias porque contáis conmigo siempre y eso me hace feliz. No puedo decir nada mas de ellas son especiales para mí, una es sangre de mi sangre y la otra sabe que como si lo fuera.

En segundo lugar por supuesto a nuestro presidente Alfonso y a toda su junta directiva, por confiar en mí para hacer la presentación del concierto de este año y por darme la oportunidad de expresar lo que para mí significa poder formar parte de esta pequeña GRAN familia.

 Y por ultimo a mis padres, porque gracias a ellos soy la persona mas feliz del mundo. Gracias papa por haberme inculcado lo que es el sentimiento eccehomero y semanasantero. Gracias por confiar en mí y apoyarme siempre.

Quisiera hacer mención y dar también las gracias a todas esas personas que han hecho posible que el pequeño proyecto de feria se hiciera realidad, que de un simple chiringuito con aires andaluces saliera  “El Corralito” ¡y que corralito Chapu!.

Por supuesto también, muchísimas gracias a todos ustedes por asistir un año más al concierto organizado por la Cofradía Ecce Homo de Hellín y por mi parte muchas gracias por escucharme aquí esta noche. Sin más solo me quedas desearles una Feliz Semana Santa 2012, y que si la situación meteorológica no nos lo impide, disfrutemos mucho de ella.

Y recuerden…….

 

¡ SILENCIO, ECCE – HOMO ESTA PASANDO!